Yungay
Wuaskar y Wuandy
LA LEYENDA DE WUASCAR Y WUANDY
Por: Fortunato Mendez Melgarejo
Hacia 1360, el territorio de los YUNGAS con su capital Yunkaypampa era gobernado por Kuismanco, quien tenía numerosa descendencia, entre ellos una hermosa jovencita de 15 años cuyo nombre era Wuandy (*).
Por tener el reino de los yungas el status de único reinado confederado del imperio inca, el rey Kuismanco dispuso que Wuandy y tres hermanos más se integrasen a la nobleza Cusqueña (Panaca – Anan) por invitación del propio Inca Pachacutec. Se fijó la fecha del viaje de forma tal que para la siguiente fiesta del Inti Raymi los jóvenes ya estarían en las lejanas tierras de la capital del imperio.
Para esa época, Wuandy estaba enamorada platónicamente de un joven oficial llamado Wuaskar, miembro de la guardia personal de su padre. Al escuchar la noticia de que partiría al cusco- talvez para siempre- en vez de alegrarse se fué a llorar desconsoladamente al interior del palacio lugar donde hacia guardia el joven Wuaskar, quien le preguntó ¿Por qué lloras princesa? Y ella le confesó ¡En unos meses partiré para siempre para el Cusco y me apena mucho que no podré verlo nunca más! . El apuesto joven oficial, se conmovió mucho ante ésta afirmación porque también él estaba enamorado de Wuandy pero que no le había dicho nada, ni siquiera insinuado con una mirada, porque una relación entre ellos era imposible.
Pasaron los días, Wandy y Wuaskar, se cruzaban en los pasadizos del amplio palacio – conocido como Wuansakay – , se miraban, a veces se sonreían, muy pocas veces se dirigían alguna palabra, ellos trataban de ocultar sus sentimientos ante los demás. semanas después, ellos encontraron la oportunidad de verse más menudo aprovechando que el rey salía a inspeccionar los curacazgos de las comarcas de su alargado dominio, tales como Guayllasmarka, Konchukos, Gurastambo, Paramunqa, Huaman (Barranca), Chancay, Rimac, Pachacamac etc., entonces Wuandy con ayuda de fiel amiga “Quispi” podía buscar a Wuaskar para conversar y confesarse el mutuo amor que sentían ambos. Eran días de felicidad, pero la fecha del viaje de Wuandy se iba acercando.
Entonces la princesa tomó la decisión de hablar con su padre, y le dijo “Atún Tayta, perdóname, pero yo no quiero ir al Cusco, prefiero quedarme a tu lado”. El Rey Kuismanco, inmediatamente sospechó de que la princesa podría estar enamorada de algún joven del reino yunga, por otra parte el ya habia decidido que lo mejor para su reino era casarla con alguien de la panaca “Anan” del Cusco, entonces le dijo: ¡Faltan solo dos semanas para que emprendas el viaje, dedícate a prepararte, desde hoy ya no habrá más salidas de palacio!
Después de escuchar a su padre, Wuandy buscó a su fiel amiga Quispi, para contarle lo sucedido y pedirle que tratara de ver a Wuaskar para concertar una cita, la que se realizó pasados dos días. Wuandy contó a su amado lo sucedido y temiendo no verlo más le pidió huir juntos a lugares lejanos fuera del alcance paterno, al este de Yanama. Esa misma noche, al amparo de la oscuridad, burlaron la vigilancia de palacio y al amanecer ya caminaban rumbo al Portachuelo de Llanganuco. En la mañana, el rey notó que Wuandy no estaba presente durante el desayuno, inmediatamente la mando buscar en todo el palacio, nadie la habia visto salir pero no había rastros de ella, entonces llamó a lo más selecto de sus soldados para buscarla por los cuatro puntos cardinales del reino. Después de 12 horas los soldados que fueron hacia el este ya tenían noticias que se habian dirigido hacia Yanama. En Yanama, les dijeron que se dirigían hacia la tierra de los Piscopampas, cuando los soldados llegaron a dicho lugar se informaron de que la joven pareja no había pasado por allí, por lo que indagando por la zona entre los «mitsikoq» (pastores) se enteraron de que habían tomado la ruta del rio Yanamayo para tratar de alcanzar lo más pronto posible la selva central.
Después de 5 días desde su partida, el viaje para Wuandy era cada dia mas agotador porque no esta acostumbrada a caminar por quebradas y cumbres montañosas, tenia fatiga, las paradas por cansancio eran frecuentes y el clima era muy cambiante, lo cual retrasaba la huida, solo el amor que sentia por Wuaskar la alentaba para continuar la huida… y cuando ya estaban cerca al rio Marañón, fueron alcanzados por los soldados quienes los apresaron y los hicieron retornar a la fuerza hasta Yunkaypampa.
El Rey Kuismanco decidió castigar ejemplarmente a los jóvenes amantes: ¡Los pondré frente a frente! dijo, luego ordenó atar a Wuandy en la cima de Nevado Tullparaju sur y luego encadenen a Wuascar en la cima del nevado Matashraju norte. Con éste castigo “¡Ellos podrán mirarse, pero no podrán tocarse nunca mas!, sentenció el rey. Con el paso de las semanas sus cuerpos se convirtieron en parte de las cumbres nevadas, y en homenaje permanente al inmenso amor que se profesaron hoy conocemos al nevado Matashraju como Wuascar-ran (la montaña de Wuascar) y al nevado Tullparaju lo conocemos como Huandoy (**) (***).
La leyenda además dice que con las lágrimas de los jóvenes amantes se formaron las lagunas de JANCA UKO (Pozo de deshielos), hoy conocidas como Lagunas de Llanganuco.
————————————————————————————————————-
Notas: (*) Wuandu en español es una flor peruana en forma de embudo, conocida como azucena peruana.
(**) Wuanduy o Wuantuy, significa cargar o llevar sobre la litera (a la princesa). El nevado Tullparaju (fogon de cocina) tiene cuatro picos que bien podrian representar a los cuatro personas que conducen una litera.
(***) Antes de éste suceso, el nevado Huascaran habria sido conocido con el nombre de «Matashraju», o nevado siames.