Autor: Roberto Arias Guzman
I
Yungay, aquí está tu poema, aquí está tu poesía, tu verbo, tu paisaje y tu canto.
II Huascarán, Eres flor de hielo Y poesía cristalina, Sonríes a la primavera Para modular un canto a la vida Con los versos de tus fuentes, Con los versos de tus ríos y quebradas
III Y tu Huansacay, Eres el adiós a la vida En medio del valle yungaino Pero, eres bello, eres fuerte, Eres recio como la reciedumbre de tu pueblo.
IV Tus cinco plataformas de fortaleza Y de rudeza de esfinge egipcia Son un recuerdo y una lagrima; Y tus gradas de piedra elevan a las almas a la eterna paz.
V Todos guardamos en ti un ser querido Y dejamos En tus andenes preincaicos Una perfumada flor Y una siempre viva Para los que se fueron, Por eso te amamos, Y por eso eres una nostalgia Y una plegaria que se eleva a Dios.
VI Los Incas Pachacutec y Huayna Cápac Se extasiaron de tu belleza Y el príncipe general Tupac Yupanqui Te conquisto Reduciendo al valeroso Kuis Manco En los campos de batalla De los Humachucos, Pero tu caiste vencido por el embrujo De sus montañas gigantes Y así Yungay de ayer y de hoy, Eres el esplendor de la Cordillera blanca
VII Tu cielo azul, Se perfuma con la flor de la retama, De los cactus y de las verbenas. Tu río Shacsha baja de Llanganuco Quejumbroso y pariador Contándonos de las noctámbulas sirenas, De las laguna gemelas Embriagadas de amor.
VIII Y la luna del valle andino Que juega con sus fases En las cumbres de los nevados Ríe desde el Huascarán al Huansacay Haciendo piruetas con sus rayos Pálidos para nimbrarse En en un débil celaje lila En la de los eucaliptos, De los naranjos y de los molles rojos en botón; y a media noche hace dormir el paisaje en el perfumado oleaje de sus esencias silvestres en flor.
IX Y al contemplar tus acuarelas los de la conquista Hernando Pizarro y Miguel de Estete Juraron fundar en tu seno Una ciudad en nombre de Dios, De su Patria y de su Rey.
X Tu Huascarán, De pedestal de Huarca, De pedestal de Atma,Huashau, De pedestal de Aira y Tumpa, De pedestal de Musho, Ulta y Huashcau, Extiende tus alas blancas De águila gigante Para mirar con tu brillo De estrellas taciturnas.
XI Tu embrujado mar de esmeraldas De fuentes y quebradas, Para adormecerte A las orillas del río Santa Y en la gracia cautivadora De una linda matacotina O el donaire fascinador De una graciosa mancosina, Ranrahirquina o yanamina, y a través de su cristalización de arco iris y tu sonrisa de abanico, tu belleza de águila, capta graciosamente el paisaje en un desvanecimiento ideal de tonos lánguidos y en la pompa suprema de tu blancura, se desviste el crepúsculo marino para engalanar tu noble silueta de caballero hidalgo y bajo un cielo claro azul de una heráldica sagrada te vistes de oro y de violeta capa, cual los cesares de ultramar.
XII Tu primogénito es Yungay De campos y prados De tableros de ajedrez. Tu ciudad es de hechizo helénico, De paisaje clásico y poesía épica, Por eso te admiro Bolívar Al pasar por tu suelo Y los soldados de la libertad Cobraron mas animo para la lucha Y al cruzar tus campos jardines Barajaron con barajas de oro La definición de la liberación de América; Y es por esto que Castilla Y Gamarra Atraídos por el afora de sus mañanas de perfume oriental, Escogieron tu Pan de Azúcar, Que apunta a la puerta del cielo.
XIII Tu cerro de Humancallan Que se yergue con su fuerte preincaico, Para destrozar a Santa Cruz En el desfiladero de Punyan,
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En la turbulentas
Y bulliciosas orillas del río Ancash Y en las pampas de Huantucan, De aquí que después de la victoria Y ante la impecable galanura del Huascarán Testigo mudo de la lucha, Mensajero de la paz Y emblema de la libertad, Juro Gamarra hacer de Yungay La capital del departamento.
XIV Titanes de la historia Y campeones del mas puro nacionalismo, Respiraron…. La perfumada danza de tu flora Y acariciaron… La blancura impecable de tus pétalos Y admiraron tu valor Ellos…. Vieron la plenitud de tu grandeza Y vestirte con la magia De tus destello para florecer la poesía.
XV También te admiraron Atusparia, Su lugarteniente “Uchcu Pedro” Pedro Cochachin, Y sus legiones de rebeldes, al invadir y asaltar tus hermosas tierras, Y tu heroica ciudad, Cuando un reducido numero de titanes Y valientes de la Guardia Urbana Se enfrentaron a miles de sus huestes En defensa de de su pueblo Y los hicieron cejar Salvándolo del saqueo y destrucción.
XVI Admiraron a los héroes Que cayeron en la lucha, Porque dieron un ejemplo De cómo se defendía Y de cómo se moría Por la patria del corazón: El terruño; Estos héroes fueron: Navarro, Federico Arias, Rosas Villon, Feliz Díaz, Y cientos de Yungainos mas, Que con su inmolación y su sangre Rubricaron una de las páginas más bellas y heroicas de la historia.
XVII De aquí que estos valientes De la Guardia Urbana de Yungay, Son la figuras señeras y Epónimas de la muy noble e hidalga ciudad. Murieron con la cara al sol Y guardando en sus pechos La imagen cariñosa y agradecida De la tierra que los vio nacer.
XVIII Yungay, Este es tu poema, Esta es tu historia, Bajo tu cielo de puro ensueño, Como si legiones de azucenas blancas, O jazmines de la India Y violetas pálidas de deshojan en la irrealidad de un sueño o en la afiebrada fantasía de un visionario.
XIX El profundo habito De tus praderas floridas Y los reflejos candorosos De tu diadema de nieve Como un inmenso lino abierto A los rayos de la tarde Se rinden en holocausto Para saturar tu ambiente De hechizo eterno Y derramar todo su encanto En el amanecer de tus auroras, En el despertar de tus fuentes, En el cantar de tus ríos, En tus cimas y colinas en flor.
XX Yungay Aquí está tu paisaje; Aquí esta tu verbo Te conviertes en visión Cuando haces jugar con tus manos En tu silueta de reina La apasionada luz crepuscular Y los delicados rayos del véspero. Yungay, Aquí esta tu poema, Porque tienes la aristocracia de tu estirpe de tu nobleza y de tu valor.
XXI Tus mujeres son hermosas Son graciosas son bellas, Sus ojos de ensueño hacen amar Y su noble faz de capuli Hacen admirar y hacen querer Por eso te llaman: YUNGAY HERMOSURA, La Suiza peruana y La perla de Callejón de Huaylas, Y estas llamada a ser, La capital turística del Perú.
XXII Yungay, Tierra de ilustres hombres, De artistas y poetas, Tierra de filántropos, Elegida de la nobilísima castellana Inés de Salas de López de Villoso, Te dejo la tea Y la antorcha de la cultura Para la elevación intelectual De tus juventudes estudiantiles, al entregarte el tesoro de sus bienes.
XXIII Yungay, Esta es tu historia, Este es tu poema, La pompa policroma Y la liturgia de tus galas Son los heraldos que iluminan Tu esplendor de provincia blasonada, De provincia hidalga Y noble estirpe
XXIV Yungay, Este es tu verbo, Yungay, Este es tu canto, Esta es tu historia.
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